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Por Agustín de Vicente5.700 millones de personas en el mundo vivirán en áreas con estrés hídrico al 2050
Mientras que en Chile, experto advierte que la situación de los embalses sigue siendo crítica, a pesar de las lluvias del año pasado.
La escasez de agua es hoy uno de los principales desafíos del siglo XXI al que se están enfrentando numerosas sociedades de todo el mundo. Y es que el acceso al recurso hídrico puede crear paz o desencadenar conflictos, entendiendo que cuando las personas tienen un consumo desigual o nulo del mismo, es posible que aumenten las tensiones entre comunidades y éstas alcancen hasta los países.
Según cifras de las Naciones Unidas, más de 3.000 millones de personas en todo el mundo dependen de agua que atraviesa las fronteras nacionales. Sin embargo, sólo 24 países tienen acuerdos de cooperación para todos los recursos hídricos que comparten.
Ante ello, a medida que aumentan los impactos del cambio climático y crece la población, existe la necesidad apremiante, dentro de los países y entre ellos, de unirse para proteger y conservar este elemento tan vital. Justamente, como una forma de llamar la atención en torno a este tema, sus alcances y motivar a la búsqueda de soluciones, este 22 de marzo la ONU conmemora el Día Mundial del Agua bajo el lema “Agua para la paz”, haciendo énfasis en que el acceso a este recurso es un derecho humano intrínseco a todos los aspectos de la vida.
Chile, por cierto, no está ajeno a este escenario global. Así lo explica Javier Urrutia, académico de la Universidad Bernardo O´Higgins (UBO), quien dice que, aunque los eventos de lluvias ocurridos el año pasado en el país han aliviado parcialmente la escasez de agua en algunos lagos y embalses, resulta insuficiente para contrarrestar los diversos impactos que ha generado este panorama, el cual ha durado por más de una década en la zona central de Chile.
“Un ejemplo de lo anterior es el estado crítico en el que se encuentran varios embalses en la Región de Coquimbo, que registran niveles mínimos históricos de almacenamiento de agua y el continuo descenso de los niveles freáticos de los acuíferos en la zona central del país durante el año 2023”, comenta el especialista.
El impacto de esta escasez hídrica ha impulsado la necesidad de ejecutar políticas públicas para un mejor aprovechamiento del agua. En el caso de Chile, Urrutia plantea la importancia de implementar estrategias dirigidas a mitigar la extracción de aguas subterráneas, facilitando así la recuperación de los acuíferos.
Sumado a ello, el experto explica la relevancia de mejorar el sistema del monitoreo hídrico, ampliando la cobertura de estaciones de medición de parámetros hidrometeorológicos, caudales, niveles en embalses y lagos, y evaluación de los niveles freáticos en acuíferos.
“Se debería establecer una política de priorización en la demanda de agua en contextos de sequía prolongada, lo que podría ayudar al uso eficiente y sostenible de los recursos hídricos. Adicionalmente, se debería fomentar iniciativas de recarga artificial en cuencas en donde sea factible, complementándola con programas de monitoreo continuo de los niveles freáticos y la calidad del agua subterránea”, puntualiza el investigador.
Así, tal como Chile, son diversos los países que están enfrentando la escasez de este recurso ejecutando distintas estrategias para un uso más correcto del mismo. Es en ese contexto que este 2024 la ONU hace un llamado a la acción colectiva, instando a que todas las naciones se unan en torno al agua y se utilice como un medio para construir la paz. “Es fundamental establecer las bases para un futuro más estable y próspero, lo que implica reconocer la importancia crítica de este elemento compartido y trabajar juntos para su gestión más sostenible”, concluye el organismo internacional.
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