Construcción Sustentable
Por Macarena FarránJóvenes ingenieros crean proyecto de parcelas agroresidenciales y ecológicas en el sur de Chile
Su proyecto busca crear espacios agrícolas que fomenten la actividad económica de los residentes y que protejan los espacios rurales.
Dos jóvenes emprendedores se alzan con una alternativa de parcelas agroresidenciales, la que entrega el desarrollo agrícola a sus propietarios y que, a través de una cooperativa, podrán gestionar cultivos en sus campos.
Los ingenieros Javier Villarroel y Raimundo Casanueva, cansados de la forma en que se lleva el negocio de las parcelaciones en la actualidad, decidieron dar un vuelco y crearon la Inmobiliaria Vive Sur.
Esta inmobiliaria, desde hace un año, genera proyectos agroresidenciales que aseguran el desarrollo agrícola y sustento económico para la comunidad que reside. Otorgan garantías a sus propietarios y se apegan al espíritu de la Ley 3.516, sobre la división de predios rústicos para fines agrícolas, ganaderos o actividad forestal.
Su motivación fue la proliferación de proyectos de loteos en áreas rurales, que solo tienen por finalidad proyectos habitacionales.
Para Raimundo Casanueva, “una de las problemáticas que existen con las parcelaciones es que hay inmobiliarias que no entregan ningún desarrollo ni garantías; están ofreciendo terrenos para uso habitacional, para proyectos urbanos estratosféricos, con canchas de futbol y casas estilo condominio, de grandes estándares, pero sin dar ninguna garantía agrícola y, por lo tanto, con un uso incorrecto de suelo”.
Comprometidos con el ecosistema
Una de las principales diferencias de Inmobiliaria Vive Sur es el propósito agrícola en el uso de sus suelos. No solo es importante que se siga cultivando, sino también revisar el tipo de agricultura se hace, privilegiando la agricultura orgánica y regenerativa.
Contarán con un trabajo diferente de aguas grises y negras, por medio de la creación de ecosistemas y lombrices. A diferencia del tratamiento actual, la fosa séptica, causante de la contaminación de ríos y lagos y el colapso de cañerías.
Además, de un compromiso fortalecido con la flora y fauna nativa del lugar. Asegurando la preservación de árboles y reforestar las áreas disponibles.
Por eso, Raimundo insiste en este tipo de proyectos. “El mercado debería apuntar al cultivo de las parcelas que se venden, y las personas necesitan habitar de manera más responsable con el entorno, y una de esas es seguir manteniendo el destino agrícola de las parcelas”.
COMENTA AQUÍ