Energías Limpias
Por Martín CabelloChile cuenta con el primer convertidor de energías de olas en Latinoamérica
El convertidor fue instalado en la costa de la región de Valparaíso y permitirá estudiar la generación de energía marina en condiciones oceánicas reales.
Las costas de la región de Valparaíso cuentan con un hito energético a nivel mundial, luego que Enel Green Power Chile instalara el PB3 PowerBuoy, el primer convertidor a escala completa de energía de las olas frente a las costas de Las Cruces.
Esta tecnología, primera de su tipo en Latinoamérica y quinta en el mundo, es capaz de convertir la energía undimotriz (energía de las olas) en energía eléctrica que se almacena en un sistema de baterías de 50 kWh ubicado en su interior, y que alimenta los diferentes sensores oceanográficos que monitorean el entorno marino.
La información que se obtenga de este dispositivo permitirá conocer el comportamiento de las olas, optimizar el recurso y liderar así la investigación de este tipo de energía renovable en el país y en el mundo.
Este innovador sistema es un primer hito para el potencial desarrollo y crecimiento de la energía marina en Chile, como parte de un proyecto de innovación llamado Open Sea Lab llevado a cabo por MERIC, el primer centro de excelencia de energía marina en América Latina.
“Este tipo de producción de energía tiene varias ventajas: está disponible las 24 horas del día, los 365 días del año, es silenciosa y no se encuentra ubicada en zonas pobladas. Este país tiene excelentes condiciones en cuanto al recurso marino para producir energía de las olas y la instalación de este dispositivo representa un gran avance para seguir el camino del desarrollo de las energías renovables en Chile”, comentó James Lee Stancampiano, presidente del directorio de MERIC.
¿Cómo es el PB3 PowerBuoy?
El PB3 PowerBuoy, proporcionado por la empresa estadounidense de energía renovable Ocean Power Technologies, tiene 14 metros de largo y pesa 10 toneladas, diseñado para operar en el océano a 20 metros de profundidad.
En este caso, el sistema está instalado a 1,2 kilómetros de la costa de la Estación de Investigación Marina Costera, flotando a una profundidad de 35 metros.
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