Zero waste: movimiento busca disminuir residuos al máximo

Este desafío nos invita a cambiar nuestros hábitos y modelos de producción para generar la menor cantidad de residuos posibles.

¿Una filosofía de vida o simplemente un cambio de hábito? Si bien puede ser ambas, el movimiento de zero waste, o cero residuos en español, tiene como objetivo reducir la cantidad de residuos que una persona genera a diario. Si bien no producir desperdicios puede parecer inalcanzable, hay muchas maneras de reducir nuestro impacto a través del consumo responsable de bienes y servicios con los que convivimos a diario.

Adoptar este estilo de vida sin desperdicio puede ser un gran desafío porque implica desechar muchas costumbres derrochadoras que hemos ido aprendiendo en nuestra vida, pero podemos llevarlo a cabo reemplazando el máximo de productos por sus alternativas reciclables y reutilizables, que van desde ropa hasta productos de higiene, que pueden aportar con un granito de arena a la recuperación del planeta Tierra.

El primer paso para una vida sin residuos

Vivir sin desperdicios es un proceso que no ocurre de la noche a la mañana, pero al dar unos pequeños pasos a la vez, podemos comenzar a reducir nuestro rápido ciclo de consumo y eliminación. Para eso, el primer paso es estar consciente del impacto de los recursos que utilizamos, los que pueden ser cuantificables.

• Uso de papel: Su proceso de fabricación, distribución y consumo implica la sobreexplotación de recursos naturales que termina en la tala de más de 15 millones de árboles al año. Incluso, estudios afirman que por cada kilo de papel producido se emiten alrededor de 3.3 kg de CO2.
• Alimentación: Según datos de la ONU, el sector de la alimentación consume el 70% de los recursos hídricos del planeta y provoca casi el 10% de las emisiones globales de CO2.
• Uso de plástico: 8 millones de toneladas de plástico son vertidas cada año a los océanos, esto equivale a vaciar un camión de basura lleno de plásticos cada minuto.
• Vestimenta: La industria de la moda usa 93.000 millones de metros cúbicos de agua al año, lo que sería suficiente para satisfacer necesidades de consumo de cinco millones de personas.

Toma nota de tu basura 

Si bien este paso puede parecer poco atractivo, examinar tu basura puede ayudarte a identificar de dónde proviene la mayoría de sus desechos y empezar una vida zero waste. Entender tus hábitos de desperdicio te dará una idea de qué prácticas necesitas perfeccionar para reducir tu producción de desperdicios. 

Por ejemplo, si la mayor parte de sus desechos son alimentos, deberás tomar medidas para modificar la planificación de tus comidas para no terminar botando alimentos que quedaron olvidados en la despensa.

Así también, los plásticos o artículos de papel de un solo uso, como utensilios, toallas de papel y botellas de plástico, contribuyen a la basura y la contaminación que plagan nuestro planeta. Te recomendamos usar tus propios artículos reutilizables, como cubiertos de metal o servilletas de tela, para reducir la cantidad de papel y plástico que generas con cada comida. 

Si ya consumiste un artículo desechable, puedes optar por llevar esos elementos que alguna vez utilizamos a contenedores especiales para que luego se puedan transformar en nuevos materiales. El reciclaje reduce nuestra necesidad de cosechar recursos, lo que ayuda a ahorrar energía, minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero y reducir la deforestación con el tiempo. 

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