Vida Sustentable
Por Agustín de VicenteClaves para reconocer cuándo algo es biodegradable o degradable
En muchos casos, Biodegradable y degradable se utilizan como sinónimos. Pero ambos tienen distinto significado.
Actualmente el concepto de sustentabilidad o ecología marca tendencia y cada vez más personas se unen a iniciativas con la finalidad de cuidar el planeta y ser más conscientes de cómo contribuir al cuidado del medioambiente. Sin embargo, existen conceptos que son utilizados a diario en medios de difusión masivos y no todos saben a qué apuntan realmente, como por ejemplo biodegradable o degradable. Pero, ¿realmente la sociedad sabe diferenciarlos o qué características tienen cada una de ellos?
“Todo lo material es biodegradable, pero algunos materiales son más biodegradables que otros”, señala Alberto Contardo-Sfeir, fundador de Empaque Sustentable, quien explica que si bien biodegradación y degradación parecen significar lo mismo, definitivamente no es así. Es por esto que surge la necesidad de aclarar sus diferencias e implicancias, con el objetivo de tomar mejores decisiones al adquirir y “desechar” productos.
¿Qué es biodegradable?
La Agencia Europea de Medio Ambiente define biodegradación como “la capacidad de descomponerse rápidamente por medio de microorganismos bajo condiciones naturales (aeróbicas/anaeróbicas).”
Asimismo, la empresa Volta en Chile define biodegradable como “capaz de desintegrarse y descomponerse de manera natural por la acción de agentes biológicos como microorganismos, junto a otras condiciones ambientales que se dan en la naturaleza, como la presencia de sol o agua”. Así, el producto inicial termina por transformarse en CO2, agua, nutrientes o biomasa.
El profesional de Empaque Sustentable enfatiza en que ambas definiciones son claras y la clave es el tiempo. “Si todo se biodegrade, lo esencial es que se degrade rápido y en condiciones factibles”.
Para validar esto, existen normativas internacionales aplicadas a materiales de origen vegetal, que son consideradas biodegradables debido a que pueden descomponerse en condiciones de compostaje industrial y doméstico dentro de parámetros de tiempo aceptables con rangos de 26 a 52 semanas máximo.
“Por más esfuerzo que tu marca favorita realice y diga que sus productos o empaques son biodegradables, si este no está certificado y no cumple con estos parámetros de tiempo y condiciones de biodegradación, es necesario repensar si queremos o no consumirlas, porque quizás sólo estarás enterrando basura en tu patio”, sentencia Alberto Contardo-Sfeir.
¿Qué es degradable?
Los elementos degradables fundamentalmente se fragmentan, no se descomponen, y requieren de reacciones químicas para esto, no de microorganismos o factores ambientales.
“Al fragmentarse no desaparecen, siguen ahí. Se transforman en micropartículas que pueden desaparecer de la vista, pero permanecen y pueden contaminar fuentes de agua, tierra agrícola e incluso aparecen restos en animales de consumo humano” sentencia Alberto Contardo-Sfeir.
A los materiales degradables se les agregan aditivos químicos para que se fragmenten y desaparezcan de la vista. Tecnologías como los plásticos oxo-degradable fueron promesas que por mucho tiempo engañaron al ojo humano y fueron ampliamente aplicadas por falta de regulación y ética de las empresas.
El profesional de Empaque Sustentable es categórico en señalar que, si una marca dice que sus productos son degradables: “Exige una explicación y certificación técnica que demuestre que el resultado del proceso de degradación no es tóxico o tiene implicancias directas o indirectas para el medio ambiente o la salud de las personas”.
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