Mielam: Rescatando juegos tradicionales chilenos con un enfoque sustentable

Mielam es una empresa chilena fundada por Eladio Riquelme que se dedica a la fabricación de juegos típicos tradicionales chilenos, como la rayuela y la rana

Lo que distingue a Mielam es su enfoque en la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente. La empresa se esfuerza por utilizar materiales ecológicos, evitar el uso de plásticos y reutilizar todos los materiales posibles en su proceso de producción.

El fundador, Eladio, comenzó en este negocio hace alrededor de 12 años, cuando reparó un juego tradicional y descubrió su pasión por la carpintería. Desde entonces, ha estado comprometido con la preservación de la cultura y las tradiciones chilenas a través de estos juegos. Mielam utiliza barnices al agua no tóxicos y aprovecha hasta el último trozo de madera y cuero en sus creaciones, asegurando un desperdicio mínimo.

Los productos de Mielam incluyen tejos para rayuela de diferentes pesos y diseños, así como el juego de la rana, que tiene sus raíces en las leyendas incas. La empresa se enfoca en hacer que estos juegos tradicionales sean atractivos tanto para los adultos que recuerdan jugarlos en su juventud como para los niños, asegurando así la continuidad de estas tradiciones.

Eladio es parte de una cooperativa llamada La cueva del picaflor, donde colabora con otros artesanos para maximizar el uso de materiales y minimizar el desperdicio. Esta colaboración les permite utilizar los restos de cuero, tela y lana de otros proyectos para crear productos complementarios, como bolsas para guardar los tejos de rayuela.

El mensaje principal de Mielam es fomentar la sustentabilidad en las celebraciones tradicionales chilenas, como las Fiestas Patrias. Eladio anima a las familias a invertir en productos duraderos que puedan pasar de generación en generación, en lugar de optar por alternativas desechables. Aunque reconoce que los productos sostenibles pueden ser más caros debido al mayor costo de mano de obra, cree que es importante pensar a largo plazo y considerar el impacto ambiental de nuestras elecciones de consumo.

COMENTA AQUÍ