Más de 300 estudiantes y profesores de San Antonio se capacitaron en reciclaje de plásticos

A través de una competencia entre once establecimientos de la comuna, los participantes del proyecto “Fortalecimiento Red de Recolección con Recicladores de Base” contribuyeron en la recolección de 37 mil envases plásticos en la ciudad puerto.

Cada año, 8 millones de toneladas de plástico acaban en el océano, lo que equivale a vaciar un camión de basura por minuto. Si esto no se frena a tiempo, se estima que para el año 2030 serán 2 camiones por minuto y para 2050, 3 camiones. 

Para hacerle frente a esta realidad, el Pacto Chileno de los Plásticos, junto a la Cooperativa de Recicladores de Base de San Antonio (Coremat) y la Municipalidad de la misma comuna, iniciaron en abril el proyecto  “Fortalecimiento Red de Recolección con Recicladores de Base”, que busca fomentar la cadena de recolección y valorización de aquellos plásticos que presentan mayores complejidades para su reciclaje, como lo son los flexibles y los usados habitualmente para los yogurt y postres.

En estos cuatro meses la iniciativa ha dado resultados, logrando en su plan piloto la capacitación de más de 300 estudiantes y docentes en separación y clasificación de residuos y la recolección de 37 mil envases plásticos de la comuna de San Antonio.

“Este piloto está demostrando que la integración de los recicladores de base en un sistema colaborativo de recolección y valorización de plásticos no solo es viable, sino que genera un impacto positivo en la comunidad, especialmente cuando se combina con la educación ambiental, en este caso en colegios de San Antonio”, destacó la directora del Pacto Chileno de Los Plásticos (PCP), Alejandra Kopaitic.

El proyecto fue implementado en once colegios de la comuna, incentivando a los jóvenes a participar de la recolección de residuos plásticos a través de una competencia que terminó coronando como ganadores a los estudiantes de la Escuela Pre-Básica Peter Pan, quienes recibieron una mesa de pícnic fabricada con madera plástica y tres millones de pesos en implementos tecnológicos o deportivos.

Al respecto, Alejandra Kopaitic indicó que “fue fundamental el proyecto para que se concretara la participación de los colegios de San Antonio, dado que pudimos recolectar los residuos plásticos a través de la cooperativa Coremat y hacernos cargo del traslado”.

Por su parte, los recicladores de Coremat no solo se beneficiaron del proyecto a través de un incremento en su capacidad de recolección de residuos, sino que también pudieron fortalecer sus conocimientos en materia de economía circular, visitando las plantas productivas de Soprole, Inproplas y Cambiaso, donde pudieron interiorizarse sobre el proceso de valorización de los plásticos flexibles y PS que recolectan.

Para el representante de la Cooperativa, Héctor Díaz, las capacitaciones fueron muy útiles, ya que “nos permitió conocer el proceso completo, entender la circularidad del material, cómo llega al cliente final y después se procesa para volver a ser un plástico que se pueda utilizar”.

En la misma línea, Díaz destacó la importancia de la incorporación de la educación ambiental en este proceso, ya que este proyecto les ha permitido “visibilizar lo que hacemos, porque nuestra labor es escondida y nos ven como el cartonero, el cachurero, el que busca en la basura. Esto permitió mostrar que este oficio tiene la misma dignidad que cualquier otro trabajo y, al comprenderlo, nos van entregando el material más segregado y limpio desde el origen. La educación ambiental que se hace en los colegios es un aprendizaje que los niños llevan a sus casas y eso se refleja en cómo nos llega después el material”.

Dados los buenos resultados de este piloto en San Antonio, el modelo propuesto también será implementado en la comuna vecina de Santo Domingo, según confirmó Francisco Talguía, profesional de proyectos del Pacto Chileno de los Plásticos, quien destaca que “El modelo de trabajo colaborativo entre recicladores de base, municipio y los Grandes Sistemas de Gestión (GRANSIC), probado mediante este piloto, ha demostrado ser altamente efectivo, logrando -en la mitad de tiempo- recolectar más del doble de plásticos flexibles que el año anterior, destacando la eficiencia e impacto positivo de los recicladores de base”.

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