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Por Agustín de VicenteAlgas de las costas chilenas podrían reducir gases de efecto invernadero
Las algas rojas y pardas han demostrado ser particularmente eficaces debido a su contenido en compuestos halogenados como el bromoformo, que actúa sobre los microorganismos metanogénicos en el rumen de los rumiantes
El cambio climático y la creciente preocupación por las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) han puesto a la ganadería bajo el foco debido a las significativas emisiones de metano generadas durante los procesos digestivos de los rumiantes. Frente a este desafío, un proyecto liderado por la Universidad Santo Tomás (UST), en colaboración con la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), está marcando un antes y un después en la lucha por un sector ganadero más sostenible.
Algas marinas chilenas: la clave para mitigar el metano
El innovador estudio, ejecutado en la Región de Los Lagos, busca integrar algas marinas autóctonas en la dieta de rumiantes para reducir las emisiones de metano. Tras dos años de investigación, los ensayos de laboratorio revelaron reducciones de hasta un 99% en las emisiones de metano. Actualmente, las pruebas se centran en vacas lecheras, con resultados iniciales que confirman una aceptación positiva de este suplemento en la dieta.
El potencial de las algas en Chile
La Dra. Marcela Ávila destacó el enorme potencial de las algas en Chile, que cuenta con unas 400 especies de algas bentónicas, aunque solo 14 se utilizan actualmente de manera comercial. "Este proyecto abre la posibilidad de desarrollar un cultivo sostenible de algas para reducir las emisiones de metano, beneficiando tanto al sector ganadero como al medio ambiente", señaló.
El proyecto también integra los esfuerzos de FIA, cuya directora ejecutiva, Francine Brossard, subrayó: "Reducir las emisiones de metano con el uso de algas marinas chilenas impulsa un modelo productivo más responsable, alineado con los desafíos ambientales globales."
Impacto y sostenibilidad
El presidente de Fedeleche y Aproleche Osorno, Marcos Winkler, valoró el enfoque de la iniciativa, indicando que "además de reducir emisiones, demuestra que los lecheros pueden desempeñar un papel activo en la mitigación del cambio climático, contribuyendo a la sostenibilidad del país."
Las algas rojas y pardas han demostrado ser particularmente eficaces debido a su contenido en compuestos halogenados como el bromoformo, que actúa sobre los microorganismos metanogénicos en el rumen de los rumiantes. Esto no solo reduce significativamente la producción de metano, sino que también abre la puerta a una producción más limpia y sostenible en el sector ganadero.
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