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Por Agustín de VicenteSe querellan penalmente contra responsables de la muerte de ballenas en la Patagonia
Esta acción penal no solo busca justicia para las ballenas jorobadas, sino que también apunta a asegurar un futuro más sustentable para los ecosistemas marinos de la Patagonia.
Por primera vez en la historia de Chile, la organización ambientalista Greenpeace, junto a la comunidad Kawésqar Grupos Familiares Nómadas del Mar, han interpuesto querellas penales contra quienes resulten responsables de la muerte de dos ballenas jorobadas en áreas protegidas de la Patagonia. Esta acción, amparada en la reciente Ley 21.595 de Delitos Económicos y Medioambientales, marca un precedente en la persecución de crímenes ambientales en el país.
Delitos ambientales bajo la lupa
Las querellas presentadas apuntan a investigar las muertes de dos ballenas jorobadas, ocurridas entre el 29 y 30 de octubre en áreas protegidas: una en el Parque Nacional Laguna San Rafael, Región de Aysén, cerca de un centro de engorda de salmones de la empresa Cooke Aquaculture, y la otra en la Reserva Nacional Kawésqar, Región de Magallanes, en las instalaciones de Australis Mar.
Según explicó Roxana Núñez, abogada de Greenpeace Andino, estas muertes representan una grave amenaza para una especie en Estado de Conservación Vulnerable, según el Ministerio de Medio Ambiente. “Buscamos utilizar todas las herramientas legales disponibles para esclarecer las causas y responsables, y evitar que hechos como estos vuelvan a ocurrir, especialmente en áreas protegidas”, afirmó.
La importancia de la Ley 21.595
Esta legislación permite perseguir delitos ambientales graves y sancionarlos con penas que pueden llegar a 10 años de cárcel y multas significativas. Específicamente, esta norma establece penalidades por daños severos a componentes ambientales dentro de parques nacionales, reservas o humedales protegidos, como los involucrados en este caso.
“Es crucial que esta ley no solo exista en el papel, sino que sea aplicada con rigor para proteger nuestra biodiversidad”, sostuvo Núñez.
Voces de la comunidad Kawésqar
Leticia Caro, representante de la comunidad Kawésqar, enfatizó la relevancia cultural y espiritual de las ballenas para su pueblo. “Las ballenas han sido parte de nuestra historia y memoria ancestral. Su presencia representaba ceremonias y encuentros espirituales significativos. Es esencial proteger esta conexión y asegurar que estas muertes no queden impunes”, expresó Caro, destacando la falta de investigaciones exhaustivas en casos anteriores de cetáceos muertos en instalaciones salmoneras.
Impacto de la salmonicultura
Greenpeace y las comunidades locales han denunciado reiteradamente el impacto negativo de la salmonicultura en ecosistemas sensibles. Según Matías Asun, director de Greenpeace Chile, la industria salmonera debe detener su expansión en áreas protegidas y avanzar en la implementación de planes de manejo efectivos. La Reserva Nacional Kawésqar, por ejemplo, carece de un plan de manejo seis años después de su inclusión en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Estado (SNASPE), lo que dificulta su protección efectiva.
“Este caso subraya la urgencia de avanzar en una consulta indígena y en la aplicación de medidas concretas para proteger estos ecosistemas únicos”, concluyó Asun.
Un precedente legal para la protección ambiental
Con estas querellas, Greenpeace y la comunidad Kawésqar buscan sentar un precedente que refuerce la lucha contra los crímenes ambientales en Chile. Además, esperan que este proceso impulse cambios estructurales para la conservación efectiva de las áreas protegidas y sus especies.
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