Alimentación Saludable
Por Franco Durán DuchensConoce 5 formas de reutilizar la cáscara de mandarina
Aquí te enseñamos algunos tips creativos para sacarle mayor provecho a los nutrientes de la piel de esta fruta cítrica en nuestros alimentos.
Seguramente cada vez que comes una mandarina tiras la cáscara a la basura, pues es momento de dejar de lado esta costumbre porque hay muchas formas de usar este residuo orgánico como un ingrediente más para nuestros almuerzos o simplemente como un rico snack saludable.
La mandarina es una de las frutas cítricas más importantes que tenemos y, a su vez, una de las más fáciles de consumir durante cualquier jornada. Comer 10 o 12 gajos de esta fruta puede ayudarnos a mejorar nuestro sistema inmunológico gracias a su alto contenido de vitamina C. Además, puede equilibrar el nivel de azúcar en nuestra sangre.
Gran parte de estas múltiples propiedades se alojan también en la piel de esta fruta, y algunas maneras de aprovecharlas en nuestros alimentos y hasta, de modo medicinal.
Usos de la cáscara de mandarina
Cáscaras disecadas:
Es recomendable utilizar la casaca de esta fruta de manera disecada. No necesitamos triturar, solo cortarla en pequeñas tiras para disfrutar como un snack.
¿Cómo prepararla? Debemos llevar estas pequeñas tiras de cáscaras al horno con un poco de azúcar blanca o morena para dar sabor y las dejamos secar una hora a 50º C y listo.
Cáscaras confitadas:
De esta idea podemos obtener otro rico snack saludable para capear el hambre entre comidas. Su preparación es sencilla.
Colocamos a hervir agua en una olla, una vez hervida colocamos las cáscaras de mandarina por 3 minutos. Luego cambiamos el agua y continuamos hirviendo por otros 3 minutos más y repetimos hasta que el agua deje de ponerse amarilla. Una vez completados estos pasos, las cáscaras ya habrán botado todo lo amargo.
Ahora procedemos a endulzarla con miel de abeja, esta nos permitirá que la cáscara mantenga sus propiedades por más tiempo y no la cristalizará a diferencia del azúcar. Dejamos hervir hasta que se caramelice por completo a fuego lento. La servimos en un pocillo y lo dejamos enfriar y listo. Nuestro snack saludable está listo.
Mermeladas:
Seguramente el favorito de nuestras madres y abuelas. Una rica mermelada para el desayuno y la once. Ideal para untar galletas y echarle al pan. La mandarina no solo sirve para hacer una mermelada, las cáscaras también logran un rico sabor y la misma consistencia.
¿Cómo lograrlo? Fácil. Primero debemos dejarla macerar las cáscaras de mandarina por 3 o 4 días en agua, cada día cambiamos este líquido para enviar el amargor. Una vez que ya se haya cumplido este tiempo vamos a hervirlas por 20 minutos, escurrimos y las mezclamos en una olla con azúcar y revolvemos contantemente. Una vez listo puedes guardarlo en un frasco de vidrio y listo, a disfrutar de tu mermelada.
Tiras para sazonar:
Para asados, guisos o ensaladas. Algo muy común para darle un toque diferente a nuestros platillos aprovechando las cáscaras de las mandarinas.
Su preparación consiste en corlar las cáscaras en tiras como un elemento decorativo que dará un pequeño sabor de amargor, justo para nuestros platillos favoritos.
Polvo:
Esta vez, podemos usar las cáscaras de mandarina para condimentar nuestras comidas, cremas de postres e incluso para bebidas.
La preparación es muy sencilla. Solo deberás llevar las cáscaras al horno para secar por unas horas a 50 °C. Pasaremos al triturador y dejaremos hasta obtener un polvo, guarda en un envase de vidrio y listo.
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