Alimentación Saludable
Por Brian Arredondo ArayaLas lentejas entregan el poder nutritivo y sin grasas que necesitas
Esta pequeña legumbre contiene un fuerte aporte nutricional y es destacada por su versatilidad en las preparaciones de la cocina.
El grano de lenteja que conocemos proviene de la planta del mismo nombre o lens culinaris, una planta herbácea de la familia fabaceae que puede crecer hasta 50 centímetros. Son conocidas por su fruto tipo legumbre, que se convirtió en la base de la alimentación humana durante milenios.
El cultivo de lentejas se originó en el Cercano y Medio Oriente hace unos 9.000 años, siendo popular en gran parte de Asia y África en los años posteriores. En la actualidad, los mayores productores son Canadá, India, Turquía y Australia, quienes sobrepasan las 300.000 toneladas por año. Latinoamérica ha llegado a ser uno de los mayores consumidores de esta legumbre, reconocida por su aporte nutricional.
Las lentejas son una fuente de hidratos de carbono complejos de absorción lenta. Además, poseen proteínas vegetales de fácil digestión y un bajo contenido de grasas. Otros beneficios son su aporte en fibra y algunos minerales esenciales para la salud como el magnesio, potasio, fósforo, hierro y calcio.
Protagonista en todo tipo de menús
La carencia de grasas en la lenteja hace que sea atractivo tenerlas en cualquier plato, los que no llegan pasar las 300 calorías por ración. Se puede cocinar de forma sencilla en guisos, ensaladas, estofados y también, suele ser la base de menús sabrosos, baratos y nutritivos.
Una de las preparaciones que más destaca en la actualidad es la hamburguesa de lentejas. ¿Cómo prepararlas? Hay que dejar remojando la legumbre toda la noche, hasta que quede blanda. Usualmente se mezcla con verduras y especias en una procesadora de alimentos, para luego darles forma y llevar al horno o sartén.
Hay que tener en cuenta que cualquier preparación en legumbres no se debe combinar con alimentos ricos en calcio, ya que puede reducir la absorción de hierro. Por el contrario, se recomienda consumirlas antes o después de ingerir alimentos con vitamina C. Te dejamos un dato para que puedas disfrutarlas de mejor manera: si quieres evitar la hinchazón, debes comer lento y masticarlas bien.
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