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Por Agustín de Vicente

Turismo MICE: Desafíos y oportunidades en el corazón del norte de Chile

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Durante los últimos años, la capital regional ha avanzado significativamente en el fortalecimiento de su infraestructura y una mayor integración con mercados internacionales.

En Chile, la Región de Antofagasta ha comenzado a posicionarse como un destino clave para eventos corporativos, convenciones y encuentros de alto nivel. Con su creciente infraestructura, su rol prominente en la minería, la energía y la innovación tecnológica, enfrenta retos significativos, pero también oportunidades inexploradas que podrían transformarla en un referente dentro del turismo de negocios en Latinoamérica.

La región es reconocida a nivel nacional e internacional por su papel como centro neurálgico de la minería chilena, con la presencia de grandes compañías del sector. A esta característica se suman sus recursos energéticos y su cercanía a mercados internacionales debido a su ubicación estratégica, cercana al desierto de Atacama, una de las zonas más ricas en minerales y recursos naturales. Esta combinación de factores ofrece un gran potencial para atraer eventos y actividades de negocios, tanto locales como internacionales.

“El turismo de negocios se ha consolidado como uno de los segmentos más dinámicos y estratégicos del sector turístico a nivel mundial, y Antofagasta no puede quedarse atrás. Para la región es de suma importancia potenciar todos los ámbitos que permitan el correcto desarrollo de esta estrategia”, explicó José Miguel Pérez, Director de Promoción Antofagasta Convention Bureau, ACB, de la Asociación de Industriales de Antofagasta, AIA.

Según datos de la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), el turismo de negocios en Chile ha mostrado una recuperación post-pandemia con un crecimiento sostenido, especialmente en regiones fuera de Santiago. Si bien la capital sigue siendo el principal destino, el norte de Chile está emergiendo como una opción atractiva, con un crecimiento en la demanda de congresos, ferias y encuentros empresariales, particularmente en ciudades como Antofagasta, Iquique y Arica.

Una historia que aún tiene capítulos por escribir

A pesar de su potencial, Antofagasta enfrenta varios desafíos para consolidar su oferta de turismo de negocios a largo plazo. Uno de los principales obstáculos es la infraestructura adecuada; aunque la ciudad cuenta con una red de hoteles de alta calidad, la oferta es limitada en cuanto a capacidad para recibir grandes congresos y eventos internacionales, especialmente en lo que respecta a centros de convenciones y espacios de gran capacidad. Esto limita la competitividad de la región frente a ciudades del país con infraestructura más desarrollada.

Otro desafío clave es la conectividad aérea. Si bien el Aeropuerto Internacional Andrés Sabella ha mejorado sus servicios, la frecuencia de vuelos internacionales directos sigue siendo limitada. Esto afecta directamente la accesibilidad para delegados y participantes de eventos internacionales, quienes deben hacer conexiones adicionales desde Santiago u otras ciudades. La mejora de la conectividad aérea y la expansión de vuelos directos son temas críticos para el crecimiento de este segmento en la región.

Al respecto, Fernando Cortez, Gerente General de AIA, señaló que “es incomprensible que las regiones de Antofagasta, Tarapacá y Atacama no tengan interconexión aérea. Para organizar reuniones y trabajo en equipo en los ámbitos empresariales, académicos y tecnológicos estas regiones están obligadas a viajar vía Santiago, una aberración inaceptable. Esto es un muro que frena el desarrollo social y económico del país”.

Finalmente, la percepción del destino sigue siendo un aspecto en desarrollo. Aunque Antofagasta es reconocida como un centro de negocios debido a su actividad minera y energética, la región no tiene aún la misma visibilidad que otras ciudades más establecidas en el turismo MICE, como Santiago, Viña del Mar o Punta Arenas. Por lo tanto, el marketing y posicionamiento internacional se convierten en una prioridad para los actores locales.

Futuro prometedor para Antofagasta

A pesar de estos desafíos, las oportunidades que ofrece la Región de Antofagasta son abundantes. En primer lugar, posee una economía sólida basada en la minería, la energía y la tecnología, lo que atrae a un público altamente especializado, interesado en eventos y convenciones de carácter técnico y científico. La región se ha ido consolidando como un hub de innovación tecnológica gracias al trabajo de actores como la AIA, el Parque Tecnológico de Antofagasta y la creciente colaboración público-privada en la creación de soluciones innovadoras para la minería y la industria energética.

Una de las grandes problemáticas que se genera en la industria es no saber por dónde innovar, y lo que nosotros buscamos es generar estos espacios en los que podamos potenciar o fomentar la innovación”, compartió Josefa Pellejero, Subgerente de Desarrollo Empresarial de AIA.

La sostenibilidad y el desarrollo de tecnologías verdes también juegan un papel clave. En los últimos años, la región ha liderado iniciativas en energías renovables, particularmente en energía solar y eólica, lo que atrae a empresas e inversores interesados en la sostenibilidad y la innovación. Estos temas son cada vez más relevantes para los congresos y ferias internacionales, lo que abre nuevas oportunidades para captar eventos relacionados con la transición energética y la sostenibilidad.

En cuanto a las estrategias, la gobernanza colaborativa entre actores públicos y privados es fundamental para crear una oferta que involucre no solo infraestructura y servicios turísticos, sino también la capacitación de recurso humano para ofrecer una experiencia de calidad. Además, se han realizado esfuerzos para mejorar la promoción internacional, destacando las ventajas competitivas de la región en sectores clave como la minería 4.0, las energías renovables y la tecnología.

En este contexto, el Recinto Ferial y de Actividades Comunitarias AIA se presenta como un proyecto clave. Aunque todavía en desarrollo, se espera que este espacio sea un motor importante para el crecimiento del turismo de negocios en la región, proporcionando una infraestructura moderna y adaptable para congresos, exposiciones y seminarios internacionales, en los 112.000 m2 de terreno disponible.

Andrea Moreno, Gerente de EXPONOR -exhibición internacional que tradicionalmente se realiza en el recinto- indicó que “este espacio cumple con los estándares necesarios para cobijar una amplia variedad de eventos. Abrimos las puertas para que el Recinto Ferial AIA sea el escenario de diversas actividades, que congregue a la comunidad y se alce como centro neurálgico del desarrollo cultural, artístico y recreacional en la Región de Antofagasta”.

Si bien el camino es desafiante, el panorama para el turismo de negocios en Antofagasta es prometedor, especialmente si se logran aprovechar las ventajas competitivas que la región ofrece en términos de innovación, sostenibilidad y capacidad de recibir eventos de alto nivel. Con el fortalecimiento de su infraestructura y una mayor integración con mercados internacionales, Antofagasta podría convertirse en un referente del turismo de negocios en Chile.


 

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