Chile tendrá sus primeros pasos ecológicos

El Puente Chacao será la primera construcción vial de Chile en contemplar este tipo de pasos ecológicos para proteger la fauna nativa.

Cada año, la interacción entre la expansión humana y la vida silvestre se traduce en una trágica pérdida para muchas especies nativas, especialmente en Chile, donde animales como el pudú y el huemul se encuentran en constante peligro debido a la amenaza de los atropellos en carreteras. Esta problemática ha llevado a la acción ciudadana y gubernamental, buscando soluciones sostenibles que armonicen el desarrollo infraestructural con la conservación ambiental.

La necesidad de Pasos de Fauna

La instalación de pasos de fauna se presenta como una solución innovadora ante el grave problema de atropellos de animales nativos en las carreteras del país. Esta medida no solo apunta a reducir significativamente los incidentes fatales sino también a conservar la biodiversidad local, asegurando la conectividad de los hábitats y el acceso seguro a las zonas de alimentación y reproducción para diversas especies.

Los pasos de fauna ofrecen múltiples beneficios, entre los que se destacan la mitigación de la fragmentación del hábitat, una de las principales amenazas para la conservación de la fauna nativa. Al permitir un movimiento fluido y seguro, estas estructuras contribuyen a mantener poblaciones animales saludables y genéticamente diversas, esenciales para la resiliencia ecológica.

Primeros pasos ecológicos en Chile

El anuncio del presidente Gabriel Boric sobre la inclusión de siete pasos ecológicos en el diseño de mejora y ampliación de la Ruta 5 en Chiloé marca un precedente histórico en Chile. Este proyecto se centra en proteger especies vulnerables como el pudú, el zorro chilote y el monito del monte, ofreciendo corredores seguros que mimetizan su entorno natural, facilitando su tránsito sin riesgos.

La implementación de pasos de fauna en las carreteras es una práctica que ha demostrado ser efectiva en varios países del mundo. Estas estructuras son fundamentales para el concepto de corredores biológicos, facilitando la coexistencia de la actividad humana con la conservación de la naturaleza. La iniciativa en Chiloé podría convertirse en un modelo a seguir, inspirando proyectos similares a lo largo de Chile y en otras naciones.

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