Naturaleza Protegida
Por Juan S. OlivaresPlaga de castores canadienses destruye la Patagonia
El proyecto GEF Castor agrupa a científicos chilenos e internacionales para erradicar la plaga de estos turistas extranjeros que destruyen los bosques de la Patagonia.
Aunque suene imposible, en Chile tenemos una plaga de castores canadienses. Estos animales no llegaron solos: fueron introducidos en 1946 por el gobierno de Argentina en la Patagonia de ese país, con el fin de establecer una industria de pieles para exportación.
Aquella industria fracasó, y en menos de 15 años los castores se reprodujeron incontroladamente y alcanzaron nuestro territorio nacional en el extremo sur. Estos animales son una especie exótica, y no tienen depredadores que puedan regular su población.
En la actualidad, los castores canadienses son una plaga devastadora que arrasa con bosques de árboles nativos, destruye ríos y pone en peligro al frágil ecosistema de la Patagonia. El Estado chileno estima que este problema le ha costado al país más 54 mil millones de pesos en gastos.
Caprichos que destruyen al medioambiente
Si bien toda la flora y fauna tiene derecho a la vida, algo muy distinto ocurre con las especies exóticas: son plantas o animales introducidos por el hombre en una situación que jamás ocurriría en la naturaleza, y que por lo tanto deberían erradicarse
Por ejemplo, en Colombia hay una plaga de hipopótamos que fueron introducidos en la selva de aquel país por un narcotraficante para su deleite personal. Los hipopótamos son nativos de África, y técnicamente no podrían migrar por sí mismos a otro continente.
En el caso de Chile, los castores son una amenaza para la fauna local, y lo ideal sería eliminar la presencia de estos animales en el país. Por esta razón, desde el año 1999 el Ministerio de Medio Ambiente trabaja con distintas organizaciones mundiales -como la ONU- para erradicar al castor canadiense de nuestro territorio.
Lo más triste, es que el castor no es el único mamífero introducido irresponsablemente en el pasado en la Patagonia con fines comerciales: también tenemos la presencia de visones y ratas almizcleras que se exportaron vivos a Chile para elaborar productos de lujo.
Los castores son roedores semiacuáticos que talan árboles con sus poderosos dientes y crean represas en los ríos para formar sus hábitats. En pocas palabras, estos animales destruyen el bosque a su conveniencia, afectando a otras especies locales que sí tienen el derecho de vivir en esta parte del mundo.
Es tan grave el problema, que en el 2013 la ciudad de Porvenir se quedó sin agua potable por 24 horas por las intervenciones de los castores en la laguna que abastece a esa población.
Las autoridades de gobierno a lo largo de las últimas dos décadas han trabajado en la gestión del castor con el fin de que no se extienda su presencia a la zona norte de la Patagonia.
Desde el 2017 se trabaja en el Proyecto GEF Castor, que agrupa a las autoridades y científicos chilenos junto a importantes organizaciones mundiales en conservación de especies. Esta organización afirma que hay entre 70 mil y 110 mil ejemplares de castores canadienses en Chile. Puedes conocer más del Proyecto GEF Castor visitando el sitio web de esta iniciativa.
Otro ejemplo de gestión de las plagas en nuestro país es el caso del estudio realizado por científicos chilenos y autoridades internacionales para erradicar a al piojo de mar, parásito que afecta a los peces y que abre las esperanzas para encontrar una solución a nivel global.
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