Centro UNAB implementará tecnologías en la agroindustria para reducir sus residuos y ayudarla a enfrentar la crisis climática

Las empresas que se asocien para codesarrollar proyectos de investigación y desarrollo con el centro podrán convertir sus residuos orgánicos en abonos agrícolas o en ingredientes de alto valor, reducir su huella hídrica y de carbono y avanzar hacia una agricultura ecoeficiente.

En un mundo donde el cambio climático es una realidad ineludible, el Centro de Biotecnología de Sistemas de la Universidad Andrés Bello (CSB UNAB) emerge como un faro de innovación y sostenibilidad. Gracias a un fondo de $1.650 millones otorgado por Corfo, el CSB UNAB está listo para revolucionar la agroindustria chilena con su proyecto Simbiosis Agroindustrial. Enmarcado en el Programa Tecnológico de Transformación Productiva ante el Cambio Climático (PTEC) de Corfo, este programa está preparado para transformar la forma en que las empresas agrícolas, pecuarias, y de bebidas y alimentos enfrentan los retos del siglo XXI.

Simbiosis Agroindustrial se posiciona como un catalizador para aumentar la competitividad de las empresas en Coquimbo, Metropolitana, Valparaíso, O’Higgins, Maule, Ñuble y Biobío. Con un enfoque en la sostenibilidad y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, este proyecto liderado por CSB UNAB promete ser un hito en el desarrollo de prácticas agrícolas ecoeficientes. Carolina Peña, coordinadora del programa, destaca la importancia de este financiamiento estatal, que permitirá el desarrollo de proyectos de I+D en colaboración con las empresas del sector.

Simbiosis Agroindustrial se centra en cuatro líneas de trabajo revolucionarias:

• Optimización del Uso de Agua y Suelo: En colaboración con Eurecat, se implementarán tecnologías de agricultura de precisión, destacando la sensorización y análisis de microorganismos para mejorar la eficiencia en el uso de recursos hídricos y la biodisponibilidad de nutrientes en los cultivos.
• Evaluación de Servicios Ecosistémicos: Este enfoque busca medir factores como la presencia de flora nativa y polinizadores para certificar la sostenibilidad de la producción agrícola, desarrollando un sello ambiental y productivo.
• Obtención de Bioproductos de Alto Valor: Se enfoca en transformar materias primas y residuos no utilizados en antioxidantes, conservantes o ingredientes funcionales, promoviendo la economía circular y respondiendo a la demanda de productos con “etiquetas limpias”.
• Valorización de Residuos Orgánicos: Este aspecto del programa se dedica a convertir residuos orgánicos en bioestimulantes de clase A, fomentando la productividad y salud de los cultivos mediante prácticas de economía circular.

El programa no solo ofrece ventajas tangibles para las empresas que se sumen, sino que también les permitirá alinearse con legislaciones como la Ley Marco de Cambio Climático y la Ley de Residuos Orgánicos, así como con certificaciones internacionales de sostenibilidad. Estas acciones son fundamentales para una agroindustria que busca ser ambientalmente responsable y competitiva a nivel global.

COMENTA AQUÍ