Agricultura Responsable
Por Agustín de VicenteINIA impulsa prácticas sostenibles alternativas al uso del fuego en sector silvoagropecuario
La quema de residuos agrícolas en la agricultura hace perder un porcentaje importante de las reservas de nutrientes del suelo; como nitrógeno, carbono, fósforo, azufre y potasio.
Los residuos agrícolas, a menudo considerados como meros desechos, albergan un potencial significativo para impulsar prácticas agrícolas más sostenibles. Fabiola Sepúlveda, ingeniera agrónoma e investigadora del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), encabeza un programa innovador que busca cambiar la percepción de estos residuos, transformándolos en recursos valiosos.
El programa liderado por Sepúlveda, en colaboración con la Corporación Nacional Forestal (CONAF), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y el INIA, se enfoca en revalorizar los residuos generados por la agricultura. Este cambio de perspectiva es crucial para promover una agricultura sostenible, donde los residuos se convierten en insumos esenciales como alimento para ganado, materia orgánica para los suelos, y sustratos para la agroindustria y generación de energía.
Sigrid Vargas, ingeniera agrónoma de INIA y encargada regional del programa en Ñuble, destaca la importancia del proyecto, especialmente considerando los daños medioambientales y los riesgos para la salud pública que conllevan las quemas agrícolas. Estas prácticas no solo afectan la calidad del aire, sino que también disminuyen la fertilidad de los suelos.
Estadísticas alarmantes: El caso de Ñuble y Biobío
En 2022, la superficie de quemas autorizadas en la Región de Ñuble superó las 31,400 hectáreas, mientras que en Biobío alcanzó las 15,000 hectáreas. Estas cifras, que representan el 27% de la superficie de quemas a nivel nacional, subrayan la urgencia de buscar alternativas sostenibles que beneficien tanto a los agricultores como al medio ambiente y la ciudadanía.
Gabriela Soto, jefa del Departamento de Cambio Climático y Servicios Ecosistémicos de CONAF, resalta que la quema de residuos agrícolas resulta en la pérdida de nutrientes esenciales del suelo y en la emisión de CO2. .
El programa anima a los agricultores a adoptar prácticas de manejo sostenible, reduciendo el uso del fuego en la agricultura. Estas prácticas, históricamente utilizadas para eliminar rastrojos y desechos, especialmente de cultivos de trigo y avena, son ahora reemplazadas por alternativas más amigables con el medio ambiente.
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