Investigadores chilenos buscan estrategias de mitigación del metano en la producción ganadera

Este es uno de los tres principales gases contaminantes que genera la ganadería y aumenta el calentamiento global, a través de la eructación de gases, la respiración y la cadena de manejo del estiércol.

El calentamiento global es uno de los mayores desafíos ambientales que enfrenta nuestro planeta. El aumento en la concentración de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono y el metano, ha llevado al incremento de la temperatura promedio de la Tierra. El metano, siendo el segundo gas de efecto invernadero más importante, desempeña un papel crucial en este fenómeno. Sin embargo, debido a su vida media relativamente corta en la atmósfera y su alto potencial de calentamiento, mitigar las emisiones de metano puede ser una estrategia efectiva para limitar el calentamiento global a corto plazo.

El desafío de las emisiones ganaderas de metano

En el sector ganadero, el metano se genera principalmente a partir de la fermentación de los alimentos en el rumen de los animales rumiantes, como bovinos, ovinos y caprinos. Estos animales liberan metano a la atmósfera a través de la eructación y la respiración, lo que resulta en una pérdida energética para ellos. Se estima que alrededor de un tercio de las emisiones antropogénicas de metano provienen de la ganadería, lo que ha despertado un gran interés en la investigación de estrategias para controlar su producción en el rumen.

Las emisiones de metano en la ganadería se pueden medir de diversas formas, como calcular las emisiones totales por animal durante un período específico o evaluar la cantidad de metano emitido por cada kilogramo de carne o leche producida. Es importante considerar que las estrategias de mitigación pueden tener efectos diferentes según la métrica utilizada, e incluso pueden aumentar las emisiones en algunos casos.

Estrategias de mitigación en la ganadería

La mitigación del metano en la ganadería es un tema complejo que requiere abordar múltiples desafíos. Las estrategias deben ser efectivas a largo plazo, no afectar negativamente la productividad y el bienestar animal, no dejar residuos tóxicos en productos animales o en el ambiente, no ser compensadas por un aumento en la emisión de otros gases de efecto invernadero y ser económicamente viables y prácticas para los productores.

El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) está liderando investigaciones en el sur de Chile para encontrar alternativas de mitigación de gases de efecto invernadero en la ganadería. Algunas de las estrategias que están evaluando incluyen modificaciones en la dieta del ganado, como la inclusión de concentrados o algas con propiedades inhibidoras de la producción de metano en el rumen. Además, se han desarrollado aditivos químicos, como el 3-nitrooxipropanol, que han demostrado ser potentes inhibidores de la metanogénesis.

Hacia una economía circular

El INIA también está explorando soluciones de economía circular, como el uso de orujo de uva, para mitigar las emisiones de metano en la ganadería. Estas iniciativas buscan aprovechar subproductos o residuos de otros sectores para reducir el impacto ambiental de la actividad ganadera.

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