Agricultura Responsable
Por Agustín de VicenteProyecto INIA en Cañete incrementa actividades agrícolas junto a instituciones locales
Las semillas, caracterizadas por estar libres de enfermedades y plagas, fueron destinadas a la huerta establecida en el predio del Museo Mapuche de Cañete.
Una significativa entrega de unidades de semilla de quínoa roja, porotos, habas y arvejas, provenientes de los programas de mejoramiento de INIA, realizaron directivos del Instituto de Investigaciones Agropecuarias al Museo Mapuche de Cañete, entidad que mantiene entre sus prioridades el resguardo del patrimonio alimentario de las comunidades.
Las semillas, caracterizadas por estar libres de enfermedades y plagas, fueron destinadas a la huerta establecida en el predio del museo, donde mujeres mapuche de diversas comunidades de la zona, realizan labores de siembra y multiplicación de todos aquellos granos que históricamente han constituido la base de su alimentación.
El director regional de INIA Quilamapu, Marcelino Claret señaló que la labor del Museo Mapuche de Cañete en esta materia, se complementa con el realizado por INIA Quilamapu, dado que pone en práctica el principio de transferir los conocimientos hacia la comunidad. “La huerta en el Museo Mapuche está siendo resguardada por comunidades de mujeres (…) se da el fenómeno de que aprendemos mutuamente, por ejemplo, de cómo ellas estilan hacer este tipo de actividades desde su cultura, y nosotros les entregamos nuestro conocimiento tecnológico desde el punto de vista de época y distancia de siembra, de la profundidad a la que determinado cultivo tiene que quedar, para un buen desarrollo de la planta”, destacó el directivo.
Soberanía alimentaria
En tanto, la directora del Museo Mapuche, Mónica Obreque, destacó la vinculación con INIA a partir de 2015, con la finalidad de revitalizar y valorar el patrimonio alimentario mapuche y del territorio lafkenche. “Desde que se dio inicio a la huerta, comenzamos a traer algunas semillas que constituyen la fuente de alimentación para las personas mapuche del territorio”. Agregó que con el tiempo se planificaron otras iniciativas pertenecientes al patrimonio alimentario que “no son solo fuente de alimentación, sino que también parte del sistema médico mapuche. Nuestra visión es integral, el estar bien no es solo alimentarse, sino que considera otras plantas y cultivos”, enfatizó Obreque.
Una de las integrantes de la huerta en torno al museo, es María Pucol de la comunidad Meliman Yalquitrai, quien expresó que su principal motivación es el resguardo de la semilla, en particular de la Kelu Kinwa (quínoa roja). “(Esta) es importante porque antiguamente nuestras bisabuelas y abuelas la cultivaban, ya que las mujeres somos las guardadoras de la alimentación de nuestros hijos y de todo el entorno, ya que al que no tiene se le da y se puede realizar el intercambio o Trafkintu”.
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