Agricultura Responsable
Por Agustín de VicenteJardín Botánico de Viña del Mar inicia construcción de un segundo huerto agroecológico
Durante el primer semestre de este año se concretó la construcción del primer huerto en medio de los lineamientos del Ministerio de Agricultura de apoyar iniciativas que generen productos de calidad y en un proceso sustentable.
El Jardín Botánico de Viña del Mar, uno de los parques verdes más importantes de la región de Valparaíso, iniciará a fines de agosto la construcción de un segundo huerto agroecológico, iniciativa que busca aumentar la riqueza de la flora y fauna en un lugar que alberga más de 700 especies de plantas nativas.
Se trata de un huerto que, mediante el uso de técnicas que protegen y mejoran el suelo y el ecosistema, consigue obtener alimentos de máxima calidad nutritiva respetando el medioambiente al tener un manejo racional de los recursos naturales en armonía con el entorno y garantizando así la sustentabilidad del proceso.
El ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, tras inaugurar la planta fotovoltaica en ese parque, relevó la pertinencia que tiene hoy la agroecología. “En estos tiempos de crisis mundial alimentaria, con alza de precios de fertilizantes químicos, es una enorme posibilidad”, comentó.
Huertas del campo
El primer sistema de cultivos -que se ejecutó durante los primeros meses de este año y hoy ya tiene hortalizas y plantas medicinales en crecimiento- se instaló en un antiguo jardín utilizando un modelo denominado “huertas del campo”, ubicado justo delante de la planta fotovoltaica.
El segundo huerto, en tanto, iniciará su construcción durante la tercera semana de agosto y tendrá algunas variaciones respecto al primero, según explica la ingeniera agrónoma a cargo de este proyecto, Ximena Acuña. Lo primero, se trabajará “sobre el diseño de un jardín francés, caracterizado por ser simétrico”, y lo segundo, es que se plantarán hortalizas de temporada como son la alcachofa, el repollo, la coliflor y el brócoli, además de nuevas plantas medicinales.
Modelo replicable
Este proceso se realiza de forma escalonada, según explicó la ingeniera agrónoma: “primero está el manejo de la tierra, luego de semillas y almácigos, y posteriormente, la plantación, el diseño y el compostaje. En estos casos se trabaja paso a paso porque, para crear un huerto, primero se trabaja la tierra que se debe abonar, y ahí recién vienen las semillas. Es importante dar a conocer este nosotros buscamos el espacio, diseñamos el terreno y aprovechamos la luz solar, tierra, agua, temperatura, etc.”.
El modelo tiene una característica fundamental porque, así como se puede replicar en escuelas rurales en el campo, también permite que quienes tienen huertos tradicionales, puedan avanzar hacia huertos agroecológicos al usar las técnicas tradicionales de cultivo que se pueden aplicar en sectores urbanos e interurbanos. “Tener una huerta es tener un beneficio para la salud porque garantiza buenos alimentos, el cuidado del medioambiente y se puede convertir en un trabajo familiar e integrado que mejora la calidad de vida y del entorno. En definitiva es una opción de vida, de trabajo y de beneficios”, enfatizó Ximena Acuña.
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