Responsabilidad Social
Por Javiera PizzoleoUtilizarán escoria de cobre para recuperar espacio público en histórico barrio de Quintero
Codelco División Ventanas y la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso firmaron un convenio para fabricar adoquines y mobiliario urbano a partir de escoria de cobre.
Una de las metas que se ha propuesto la industria minera es desarrollar una operación más sustentable. A esta meta también se suma la gestión de sus pasivos ambientales. En el caso de Codelco, el cierre de la Fundición Ventanas ha presentado una oportunidad para materializar los esfuerzos de más de una década para viabilizar la reutilización del material acumulado en su depósito de escoria, ubicado a un costado de la Ruta F 30, en Puchuncaví.
Hasta ahora, su condición de “residuo” limita la ejecución de grandes proyectos de reutilización, por lo que han activado múltiples gestiones para desclasificar este material y considerarlo formalmente como “subproducto”, tal como en los países desarrollados.
Para allanar el camino, Codelco Ventanas ha impulsado esfuerzos conjuntos con otras empresas y con la academia, buscando la vía que permita gestionar sustentablemente la escoria de cobre, en vez de resignarse a que los depósitos sigan creciendo o queden como pasivos una vez que se cierran las faenas.
En línea con ese propósito, el jueves 12 de diciembre se firmó un convenio entre esta División y la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, cuyo objetivo es recuperar el espacio público de un histórico barrio de Quintero, utilizando escoria de la ex Fundición Ventanas como insumo base en la fabricación de losetas, adoquines y mobiliario urbano.
La firma del convenio sólo fue posible luego que el Ministerio de Salud tomara conocimiento del proyecto, y autorizara la utilización de diez toneladas de escoria, específicamente destinado a este piloto, que se sumará a otros que demuestren la viabilidad técnica y ambiental de reutilizar el silicato de hierro.
Involucramiento de la comunidad y la Academia
La técnica será aplicada por la empresa Rústicos, de Llay Llay, que tuvo experiencia previa construyendo los mismos insumos para recuperar un espacio comunitario en Catemu, en un plan ejecutado por Anglo American. Además, considera traspasar su know how a proveedores locales de Quintero y Puchuncaví.
En el caso de Quintero, el plan se llevará a cabo en la Junta de Vecinos Félix Sanfuentes, cuyo barrio está habitado por un número importante de ex trabajadores de la Fundición Ventanas. Por ello se le conoce como ex Población Enami. Además del mobiliario fabricado con escoria, se instalarán juegos infantiles hechos con plástico reciclado.
La presidenta de la Junta de Vecinos, Mireya Ahumada Fierro, comenta que este proyecto le ha permitido romper mitos sobre el material del escorial. “Antes veíamos esto sólo como escoria. Incluso teníamos reticencias, porque considerábamos que contenía algún tipo de contaminación. Ahora que nos han explicado todo y hay estudios que lo respaldan, me parece fantástico lo que vamos a hacer. Además, las losetas y los adoquines son muy bonitos”, comenta la dirigente del sector.
En este proceso, la universidad validará la metodología y aportará conclusiones científicas de este piloto, por medio de su Escuela de Ingeniería Química y el Centro de Minería PUCV.
Jacqueline Páez Herrera, vicerrectora (s) de Vinculación con el Medio de la PUCV, señala que “tenemos el desafío de concientizar y sensibilizar a la comunidad de lo importante de ir avanzando en utilizar estos productos en una economía circular con la escoria y entenderla como un subproducto. Colaborativamente, podemos avanzar desde la investigación científica y desde lo experimental a llevar adelante iniciativas que modifiquen la política pública y que nos hagan avanzar como país”.
Marcela Pantoja, gerenta de Sustentabilidad y Asuntos Externos de Codelco Ventanas, destacó que este convenio permite dar un paso importante en un tema clave para alinearse con los países desarrollados en materia de sustentabilidad.
“Para nosotros, esto es un sueño que viene a hacerse realidad después de mucho tiempo, donde hemos podido encontrar la manera de dar valor a la escoria y transformar un residuo en un subproducto. Y qué mejor que ese subproducto sea usado por parte de la comunidad en sus plazas, como en esta iniciativa”, comentó.
Además, recordó que éste es el puntapié inicial para futuros proyectos que se quieren realizar, “donde demostremos que la escoria puede ser utilizada como un subproducto en reemplazo de los áridos naturales”.
Nueva Norma para uso de áridos artificiales
Esta experiencia de Ventanas se apalanca con el reciente lanzamiento de nueva Norma Chilena (NCh) 163 2024 de Áridos para Hormigón y Mortero. La nueva reglamentación entró en vigor en agosto, con el objetivo de reducir la extracción de áridos naturales, por medio de la valorización de residuos industriales, promoviendo su reutilización en sectores como la minería.
Marcela Pantoja afirma que “lo que estamos haciendo tiene enorme sincronía con la Estrategia de Cambio Climático del Ministerio de Minería y la Política Nacional de Fundiciones, que entre sus postulados considera la reutilización de escorias como una vía para mejorar el desempeño ambiental del sector. Los proyectos piloto buscan impulsar las modificaciones normativas que hagan de esta aspiración una realidad y una solución no sólo para el escorial de Fundición Ventanas, sino para las más de 40 mil toneladas de escoria de cobre que existen en nuestro país”.
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