Responsabilidad Social
Por Martín CabelloMinera El Abra estudia y apoya la conservación de sapos endémicos del Salar de Ascotán
Esta investigación se extenderá por 2 años y busca analizar el hábitat del “Sapo de Philippii” con el fin de tener más información de este anfibio para el enriquecimiento de su población y preservación.
Como parte del compromiso para contribuir al cuidado del entorno donde se desarrolla la operación de El Abra y la conservación de la fauna y flora altiplánica, la compañía realiza un estudio del hábitat del Sapo de Philippii (Telmatobius philippii). Esta investigación busca propiciar la generación de conocimiento y acciones de conservación de anfibios de la región de Antofagasta, permitiendo mejorar la habitabilidad de esta especie categorizada en peligro.
El estudio tiene una duración de dos años y comprende un diagnóstico inicial, la implementación del plan de enriquecimiento, el monitoreo del plan y finalmente el seguimiento de la población. El trabajo se inició a principios de junio con la toma de muestras y mediciones en el Salar de Ascotán, generando un diagnóstico del entorno en que habita la especie. En esta actividad participaron especialistas y monitores ambientales de las comunidades de Cebollar-Ascotán, y Ollagüe.
Mauricio Anza Cruz, encargado de agua y tierras de la comunidad quechua de Ollagüe, recalcó que “me parece bien que se haga este tipo de estudios para poder ver la cantidad de anfibios que tenemos en esta vertiente, para poder resguardarlos y protegerlos”.
Durante el trabajo de diagnóstico que se realizó en terreno, los especialistas midieron parámetros como la temperatura del ambiente y del agua, la conductividad, los sólidos disueltos, el Ph, la profundidad del agua y tipo de sustrato, todo para escoger los lugares que reúnen las mejores condiciones para la implementación de los refugios. Estas estructuras artificiales sirven para proteger a estas especies de anfibios de las condiciones ambientales extremas que existen en el entorno del salar de Ascotan.
Alejandra Alzamora, coordinadora de Ecodiversidad, consultora que desarrolla la iniciativa, explicó que “la misión es mejorar el hábitat de estos anfibios -Telmatobius philippii- que permita aumentar su población, tener una mayor reproducción y aumentar el número de individuos, de aquí a dos años más. Lo que estamos haciendo ahora es medir distintos parámetros de esta vertiente, para identificar nuevos refugios o mejorar los naturales existentes y establecer esos refugios en terreno con la ayuda de monitores ambientales de la comunidad”.
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