Patrimonio Cultural
Por Agustín de VicenteEl Día de la Pachamama: Celebración tradicional de los pueblos andinos que rescatan la sabiduría ancestral
El Día de la Pachamama es más que una festividad; es un recordatorio de la profunda conexión entre los seres humanos y la naturaleza, y un llamado a respetar y cuidar el planeta que nos sustenta.
El 1° de agosto de cada año, los pueblos andinos de América del Sur se unen en una tradición ancestral para celebrar el Día de la Pachamama, o Madre Tierra. Esta festividad honra y agradece a la Pachamama, término que en aymara y quechua significa cosmos, tierra, mundo, universo y espacio, por sus frutos y para pedir por las cosechas venideras.
La Pachamama es una deidad venerada por los pueblos aymara y quechua como generadora de la vida y símbolo de fecundidad, reconocida por su capacidad para producir, bendecir y engendrar plantas, animales, alimentos y otros medios de subsistencia del ser humano. A lo largo de los siglos, esta deidad ha sido revalorada por los descendientes de los pueblos indígenas.
Rituales y Ceremonias
La celebración del Día de la Pachamama incluye una serie de rituales y ceremonias que se llevan a cabo en países como Bolivia, Argentina, Chile, Perú, Ecuador y Colombia. Durante esta festividad, se realizan ofrendas a la Pachamama que consisten en alimentos, bebidas, hojas de coca, flores y otros elementos de la naturaleza. Estas ofrendas se entierran simbólicamente en la tierra como un gesto de devolución y reconocimiento.
En Chile, la celebración es particularmente significativa en las regiones de Arica y Parinacota y Tarapacá, donde los pueblos andinos establecidos realizan el rito principal de cavar un hoyo en la tierra, que simboliza la boca de Pachamama, y depositar en él una olla de barro con comida, frutas, semillas, maní, hojas de coca, plantas medicinales, bebidas fermentadas e incluso artesanías.
Tradiciones y Costumbres
Entre los ritos más destacados del 1° de agosto se encuentra la ceremonia de ofrenda, en la que se entierra una olla de barro con comida cocida cerca de la casa, simbolizando así la gratitud por todo lo que la Madre Tierra brinda. Otras tradiciones incluyen beber caña con ruda en ayunas, preparar tamales, charqui, guisos y carne hervida con mote, sahumar las ofrendas, mirar fijamente la salida del sol, conocido como Tata Inti, Padre Sol, y cerrar la Pachamama con una piedra blanca que marca los años futuros.
Participación de la Alianza Mundial Aymara
La Alianza Mundial Aymara se suma a esta celebración e invoca a cada uno de los aymaras en el mundo a expresar su reconocimiento durante este importante período del calendario indígena, conocido como el mes de la Pachamama. Esta organización, comprometida con la promoción y revalorización de la cultura aymara en los ámbitos social, político, económico y humanitario, reafirma su apoyo a la preservación de las tradiciones ancestrales que fortalecen la identidad y el sentido de pertenencia de los pueblos originarios.
El Día de la Pachamama es más que una festividad; es un recordatorio de la profunda conexión entre los seres humanos y la naturaleza, y un llamado a respetar y cuidar el planeta que nos sustenta. La celebración de esta tradición ancestral refuerza la importancia de la Pachamama en la cosmovisión andina y subraya la necesidad de preservar y valorar nuestras raíces culturales.
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