Mi Huella
Por Andrés PalominosVerónica Calderón: la pequeña agricultora que combate la sequía con técnicas incas
Por medio de esta innovadora pero antigua manera de cultivar, Verónica Calderón ganó el concurso de relatos sobre el cambio climático.
Verónica Calderón Atencio (63) es una pequeña agricultora de la comuna de San Esteban. Ella, a través de un escrito de 500 palabras, contó las acciones que ha desarrollado en su predio de dos hectáreas para luchar contra la sequía.
De esta manera, se adjudicó el primer lugar en el concurso Relatos de Adaptación al Cambio Climático en la región de Valparaíso, organizado por el Consejo de Rectores (CRUV) de las universidades locales.
Tras vivir en el cerro Las Cañas del puerto principal, Verónica decidió volver, hace 15 años junto a sus tres hijos, a la tierra donde nació, el sector Los Chacayes.
Hoy en día, Verónica es dirigente comunitaria del sector. Sin embargo, lo que más la mueve es el cuidado de la naturaleza y la educación ambiental, lo que canaliza a través del manejo integral de su predio.
Universitarios realizan proyectos de acción directa contra el cambio climático
Verónica detalló que construyó un sistema de microterrazas con técnicas de los incas, sembró romero para la alimentación de sus 36 colmenas de abejas y otras especies de flores silvestres. Junto con zanjas de infiltración en la parte alta del predio y canales de desvío, para capturar agua lluvia y de riego que se perdía.
Además, incorporó tubos de infiltración para que el agua llegue directo a las raíces de los árboles y ha realizado una ardua labor de reforestación, sumando más de 120 especies al bosque esclerófilo existente.
Por otra parte, el pasto seco lo deposita en las terrazas y zanjas, generando una capa de nutrientes. Todo esto le ha permitido permeabilizar su terreno, disminuir la erosión y aprovechar al máximo el recurso hídrico.
Relatos sobre el cambio climático
Enterada del concurso, la productora no lo pensó dos veces. Se animó, escribió y ganó el primer puesto del Concurso.
”Me sentí muy contenta, más que por el premio, porque deseo que la gente aprenda mis prácticas y las replique. Quiero generar un cambio. Es una forma de devolverle la mano a la tierra, a la que ya hemos agredido demasiado y continúa sufriendo por la sequía que no le da tregua”, expresó Verónica.
Además, ella contó que aprendió todo lo que le ha permitido crear este circuito virtuoso investigando y observando la naturaleza. y afirmó que la biodiversidad y hasta las malezas contribuyen al equilibrio y también al control biológico de plagas que cada tanto afectan al ecosistema.
“Todas las cosas que uno aprende en la vida algún día sirven”, dijo la pequeña agricultora de la región de Valparaíso.
COMENTA AQUÍ