Columnistas
Por EditorEl compromiso y la confianza
Opinión de Shensin Loo, Ingeniero de Proyectos CDE - AIA.
El inmortal dramaturgo griego Sófocles, en su sabiduría, afirmó: "la obra más bella es la de ser útil al prójimo". Esta afirmación, tan antigua como el tiempo mismo, resuena con especial claridad en nuestros días, cuando la acción altruista y la confianza en el otro se convierten en fundamentos de una sociedad más solidaria y justa, aquello no solo demuestra nobleza, sino también una profunda fe en las capacidades y el esfuerzo del otro.
Hoy, esta filosofía se refleja en una multitud de propuestas que apoya a las comunidades. El Estado, instituciones, ONGs y el sector privado, trabajan conjuntamente en programas sociales que no solo reconocen el esfuerzo y el trabajo, sino que también ayudan a concretar sueños y alcanzar metas. Iniciativas que abarcan desde juntas vecinales hasta proyectos comunitarios, destacan la importancia de la mutua colaboración como eje central de la sustentabilidad.
Un claro ejemplo de compromiso es la labor de la Asociación de Industriales de Antofagasta, AIA, junto al Arzobispado de Antofagasta, que a través de la Fundación Educacional Región de la Minería y la colaboración de la Congregación Salesiana, en los años 2002 y 2016 hicieron realidad la apertura de los Colegios Técnico Industrial Don Bosco en Antofagasta y Calama, respectivamente, basados en la solidaridad y la confianza en el potencial juvenil.
Allí hemos visto como el acompañamiento de las empresas socias -grandes, medianas o pequeñas-, ha sido fundamental en este esfuerzo. Cada año, ellas reafirman su compromiso a través del Convenio Empresa-Colegio, participando activamente por medio de visitas técnicas, charlas y ofertando prácticas profesionales, entre otros apoyos. Ello es especialmente significativo para el 80% de los estudiantes de ambos colegios, quienes tienen condiciones de alta vulnerabilidad social.
Por ello, poner un casco blanco en las manos de un o una joven salesiana es más que un gesto simbólico; es una manifestación de confianza y altruismo. Cada práctica profesional o donación de equipo tecnológico, representa una oportunidad valiosa para el desarrollo de estos.
Reconocemos y valoramos como AIA, a las empresas comprometidas en esta noble causa. Su respaldo ha permitido formar al nuevo capital humano de la Región de Antofagasta, lo que enriquece sus vidas, cimienta un futuro sólido para ellos y demuestra que la verdadera filantropía está en brindar confianza y oportunidades al prójimo.
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