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Por Sofía GonzálezAves playeras inician migración hacia el hemisferio norte
Entre los meses de noviembre y diciembre las aves playeras como el zarapito y la becasina migrarán desde los humedales chilenos en el sur de Chile hasta el hemisferio norte.
Con la llegada de noviembre, varias especies de aves playeras que habitan en los humedales del sur de Chile inician su largo y desafiante viaje hacia el hemisferio norte. Entre las especies destacadas se encuentran el zarapito (Numenius phaeopus) y la becasina (Gallinago gallinago), que migran anualmente recorriendo miles de kilómetros para encontrar condiciones más cálidas y alimento en el norte.
Estos humedales, ubicados principalmente en zonas de Valdivia, Chiloé y la región de Magallanes, cumplen un rol fundamental en la migración de estas aves, ofreciendo refugio y recursos antes de que emprendan su travesía. Sin embargo, estas áreas han sido afectadas en los últimos años por problemas como la contaminación, el cambio climático y la pérdida de hábitat debido a la expansión urbana y agrícola, lo que pone en riesgo la supervivencia de las aves migratorias.
El zarapito y la becasina enfrentan múltiples desafíos en su migración: el cambio de clima afecta sus tiempos de llegada a los distintos puntos de parada, mientras que la reducción de humedales a lo largo de su ruta limita los lugares donde pueden descansar y alimentarse. Estas condiciones adversas aumentan el esfuerzo que deben hacer para llegar a sus destinos.
En respuesta, organizaciones de conservación como la Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre de Chile (ROC), el Comité Nacional Pro Defensa de la Flora y Fauna (CODEFF) y la Fundación Kennedy, junto a comunidades locales en áreas como el Lago Budi, están impulsando proyectos para proteger los humedales y educar a la ciudadanía sobre la importancia de estos espacios.
Se espera que durante noviembre y diciembre, cientos de observadores de aves y naturalistas puedan disfrutar de la presencia de estas especies en su viaje de regreso, mientras se recalca la necesidad de proteger estos ecosistemas para asegurar que las aves puedan completar su viaje migratorio cada año.
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