Vecinos de Quebrada La Cruz recuperan área verde e inauguran nuevo sendero

Anteriormente considerado un basural, hoy, Quebrada La Cruz renace como un área llena de vida, donde los niños juegan y la comunidad se congrega.

En una emotiva ceremonia que marcó el cierre del proyecto "Quebrada La Cruz: Recuperando un espacio de encuentro", financiado por el Fondo de Protección Ambiental (FPA) del Ministerio del Medio Ambiente, vecinos, autoridades y miembros del Consejo Vecinal de Desarrollo de Barrio Quebrada La Cruz celebraron el inicio de una nueva era para su comunidad. Este proyecto no solo significó la transformación de un área previamente desatendida en un vibrante espacio de reunión, sino también el triunfo de la iniciativa ciudadana sustentable 2023.

Anteriormente considerado un basural, hoy, Quebrada La Cruz renace como un área llena de vida, donde los niños juegan y la comunidad se congrega, reflejando el cambio radical impulsado por el compromiso y esfuerzo colectivo. Nancy Vargas, representante del Consejo Vecinal, rememoró los días oscuros del lugar y celebró el resultado de un arduo trabajo colaborativo.

Este proyecto destacó por su enfoque integral, abarcando desde la arborización y limpieza hasta la educación ambiental, enfatizando la importancia de la conservación de la biodiversidad. Con el apoyo del programa "Quiero Mi Barrio" de MINVU y el municipio de Coyhaique, se mejoró significativamente la calidad de vida de la comunidad, demostrando el poder de la acción colectiva en el cuidado ambiental.

La iniciativa logró no solo recuperar un espacio histórico sino también crear un sendero interpretativo que conecta poblaciones y educa sobre la flora nativa de la región.

El FPA se consolida así como una herramienta clave para el fomento de proyectos ambientales desde la base ciudadana, con ocho proyectos adjudicados en la región de Aysén para el año 2024, prometiendo un impacto positivo en diversas comunidades.

Con la mirada puesta en nuevos desafíos y la memoria de espacios turísticos de antaño, la comunidad de Quebrada La Cruz ya vislumbra futuras innovaciones. Mientras tanto, los visitantes disfrutan del renovado sendero y se llevan consigo postales de la quebrada, testimonios de su transformación a lo largo de los años.

Este proyecto es un ejemplo inspirador de cómo el compromiso ambiental y la participación ciudadana pueden generar cambios significativos en nuestras comunidades, transformando espacios olvidados en centros de vida y encuentro. Quebrada La Cruz ahora brilla como un testimonio de lo que es posible cuando la comunidad y las autoridades trabajan de la mano por un objetivo común: un ambiente más saludable y un futuro sostenible para todos.

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